lunes, 11 de julio de 2011

TEORÍA DEL MULTIVERSO

Millones de universos como enormes burbujas
¿Podrías imaginarte que mientras estas en tu computadora leyendo esto, también estas en millones de universos a la vez?

Estoy cambiando canales en mi tv y de pronto me detengo en NatGeo (o alguno similar) Algo llama mi atención: Están hablando de multiversos, una interpretación cuántica del universo que tiene cierta relación con las probabilidades y permutaciones. A ver.

Imaginemos por un segundo: ¿Cuántas probabilidades de que en el universo exista otro planeta igual al nuestro, en el que viva otro ser humano idéntico a ti que este leyendo esto en su computadora existen? Podrías responderte que muy pocas, talvez una en un millón o en un millón elevado a la n... casi imposible.

¿Has caído en la cuenta de qué es el infinito? seguro puedes decir que es algo tan enorme que desafía toda comprensión. Pero si es así, y en realidad nuestro universo es infinito, las probabilidades de que exista otro mundo idéntico al nuestro, donde viva otro ser idéntico a ti que este sentado en su computadora leyendo este escrito, que estaría hecho por otro ser idéntico a mi, a una cantidad obscena de años luz de nosotros, son totalmente probables.

Esa es la teoría del multiverso: creer en la probabilidad de que existan millones de universos idénticos al nuestro donde se configuraron mundos idénticos al nuestro y donde viven seres totalmente idénticos a nosotros. Tan idénticos que podríamos ser nosotros mismos.

Pensemos que esto es cierto por un momento. ¿Será posible ahora que nosotros seamos en este mismo instante esas millones de copias que están esparcidas por el universo? Seremos esos millones de seres al mismo tiempo?

Cuando tiramos un dado, en nuestro universo sólo obtendremos uno de los 6 resultados. Los otros 5 son posibles, pero sólo podemos obtener uno a la vez. Desde el punto de vista del multiverso, tiramos el dado  y todas las posibilidades son reales: obtienes los 6 resultados al mismo tiempo, en al menos 6 multiversos diferentes. En un universo, una copia tuya tiró el dado y obtuvo 4, pero en otro universo ubicado a millones de años luz, otra copia de ti obtuvo 6 y ganó el juego. ¿Increíble no?

En el multiverso, todas las probabilidades de que un evento ocurra existen y son reales. La probabilidad de que seas feliz en la vida es tan real como la probabilidad de que seas miserable. En un multiverso completo, todo lo que fue es, y lo que será es, en todas las probabilidades de que eso ocurra. En un multiverso a lo mejor leerás esto y luego saldrás a la calle a visitar a un amigo. En otro talvez salgas a la calle y de pronto un piano te caiga encima desde un edificio. Todas las probabilidades son reales.

El factor detonante de cada una de esas historias diferentes en las que tú eres protagonista es la decisión. Digamos que debes decidir renunciar a tu empleo y crear tu propia empresa o seguir trabajando en lo mismo. Si tienes imágenes en tu cabeza donde te ves dirigiendo tu propia y exitosa empresa, entonces eso es una posibilidad real. Es decir, es una probabilidad de que en otro universo a millones de años luz eso realmente está ocurriendo. Si decides renunciar a tu empleo y te guías por esas imágenes, entonces talvez estás haciendo una curva en el tiempo y espacio que te transporta a otro multiverso en el que vas a conseguir todo lo que ves en tu cabeza, que de hecho ya ocurrió.

¿Te has preguntado cómo Jesús podía predecir el futuro? Habrás oído que Él es infinito, no tiene principio ni final. Y seguro crees que está en todas partes y lo sabe todo. ¿Entonces el conoce si tendré éxito o fracaso? ¿Entonces me observa mientras lucho, sabiendo que a lo mejor fracasaré? Desde ahora, yo creo que Él está en todo multiverso, y sabe lo que cada una de tus millones de copias hace. Cuando tomas una decisión, creas una curva en el tiempo y espacio que te transporta a otro multiverso que Él ya conoce y donde también está. Es decir, El conoce todas tus posibilidades de éxito y fracaso, y al mismo tiempo tu puedes crearlas.

Desde ahora, quiero dedicarme a estar en el mejor multiverso para mí. Quiero tomar decisiones que me transporten millones de años luz a otra realidad en la que obtengo todo lo que me propongo. Dios (el Dios en el que creo, pero tú puedes creer en el que quieras) está también en ese multiverso que yo imagino, y sabe que puedo llegar. Pero también esta en otro multiverso en el que yo fracaso y sabe que eso también me sucede y es real. Bajo esta perspectiva, en algún multiverso yo conseguí todo lo que busqué en la vida. Es decir, yo ya soy un ganador. ¿Increíble?

Como sea, igual puedes no creer en esto y obtener todo lo que siempre has deseado simplemente porque eres perseverante. A lo mejor esto es muy complicado. Pero no deja de asombrarme pensar en la probabilidad de que la teoría del multiverso sea real. ¿Dije "probabilidad"?

domingo, 8 de mayo de 2011

Otro episodio sincrónico...

Ya hemos hablado de la sincronía y cómo nos sorprende todos los días cuando creemos en ella. Nos demos cuenta o no, siempre está funcionando.

Como buen soltero que soy, me toca ir periódicamente a algún supermercado por cosas que siempre se necesitan. En este momento estoy en una laaaaarga cola para pagar en caja... y como siempre desde hace algún tiempo, no es motivo de ningún tipo de frustración o molestia: hay que hacer lo que hay que hacer y por hoy debo que esperar de buena gana en la cola.

Ando un poco distraído pensando en miles de proyectos y no me fijo que dos señoras se meten a la cola delante de mi (esto es algo usual en la cultura de mi país del tercer mundo, donde a veces se cree que "hay que ser vivo" aprovechándose de los demás) con la típica expresión de no haberse enterado que yo estaba ahí. Causándome más gracia que enojo, "por alguna extraña razón" decido pasarme a la cola de la caja de al lado, igualmente larga.

Sigo absorto en mis pensamientos y cuando me doy cuenta, la gente que está delante de mí en la cola está moviéndose a una tercera caja que estaba cerrada y acaba de empezar a funcionar. En lugar de correr tras ellos permanezco en mi cola, donde ya sólo habemos dos personas: un señor con una enorme canasta de cientos de cosas, y yo.

El señor al ver que yo llevo muy pocas cosas me dice: si quiere pase usted primero, porque lo mío es mucho... jajaja ¡simplemente genial! Es decir, mis pensamientos conectaron con las señoras, la gente de la cola, la cajera que abrió la otra caja, el señor de la carretilla con el montón de cosas y quien sabe con cuanta gente más en un complejo y feliz momento sincrónico.

Y así pasé de estar al final de una larga cola de gente directamente a la caja sin hacer ningún esfuerzo. Mientras salía del supermercado con mis bolsas, no pude más que volver a ver a las dos señoras que me quitaron el puesto, regalándoles mi mejor y más radiante sonrisa de gratitud, deseándoles sinceramente una feliz experiencia al final de la cola...

domingo, 1 de mayo de 2011

Puedes tenerlo todo porque tú lo eres todo.

¿Me creerías si te digo que en ti están resumidos todos los secretos del universo? ¿Que en tu cerebro y corazón está toda la capacidad para crear realidades tan grandes como el universo mismo? Una casa, una empresa exitosa, una familia feliz, una buena pareja, la vida tal como la has soñado, todo está aquí y ahora en tu mente y corazón... ¿Te cuesta creerlo?

Imagina por un momento que eres una célula de tu cuerpo. Eres un ser microscópico en quien nadie se fija. Una diminuta célula de tu piel, cerebro, ojos, pies... elige la que te plazca. Como célula, tú formas parte de un enorme "universo" conocido por tu nombre. Por ejemplo, el universo de la célula en la que yo estoy pensando, es conocido por sus amigos como Chato.

Pues bien ¿has escuchado hablar del ADN? El ADN es un código genético que esta presente en cada una de tus células y tiene la información detallada de todo tu cuerpo. Tanto es así, que en la actualidad es posible crear un ser humano idéntico a ti con sólo el ADN de esa célula de tu cuerpo en la que estas pensando en este momento. ¿Comienzas a comprender la metáfora?

Podríamos decir que esa diminuta célula de tu dedo gordo del pie tiene todo lo necesario para crear un nuevo ser, idéntico a ti. Esa célula también eres tú. Siendo una célula también es el todo. Y ese todo eres tú mismo, tu esencia física, todo resumido en un código ADN. Esa diminuta célula podría crear un universo completo a partir de su ADN. Así de simple y maravilloso.

Tú también eres una célula que forma parte de un enorme cuerpo llamado humanidad. Eres una diminuta célula, parte de un enorme universo. Como el ADN, en ti está el código del universo mismo. Tú eres la célula y el universo al mismo tiempo. Es simplemente maravilloso.

En próximas entradas hablaremos de cómo extraer el código y crear realidades a partir de tu esencia como parte del todo. Nunca terminamos de aprender al respecto y a todos nos cuesta verlo. Yo mismo estoy este 1 de mayo de 2011 escribiendo esto desde mi país del tercer mundo en el que nací. Y aunque no he trascendido notablemente de sus fronteras, mis pensamientos están formando parte de este universo llamado internet, y siendo leídos por otras células como tú en muchas partes del mundo. Y eso me parece sencillamente grandioso.

Y recuerda, una de las claves, que además ha dado nombre a este blog, es que la vida es un segundo. Tú lo eres todo, todo lo que puedas imaginar, en un solo instante, en este pequeño segundo llamado ahora.

martes, 26 de abril de 2011

La Sincronía: cuando todo sale mejor de lo que esperamos.



La Sincronía es la forma en la que nos conectamos con los demás seres humanos y con el universo mismo a partir de nuestros pensamientos. Cuando somo felices ahora, tenemos pensamientos felices que conectan con los pensamientos felices de otras personas en cualquier parte del mundo, en un intercambio de energía pura.

Todos tenemos experiencias sincrónicas, tanto buenas como "malas". A todos nos ha pasado alguna vez, que pensamos en un amigo(a) al que tenemos mucho tiempo sin ver y en ese momento recibimos una llamada suya o le encontramos en la calle. O hemos escuchado historias de madres que en el preciso momento en que le pasa algo malo a su hijo, experimentan una extraña sensación de angustia... así su hijo se encuentre a cientos de kilómetros de distancia. Todo esto no son más que conexiones de pensamientos e intercambios energéticos con el universo.

Cuando creemos en esto y generamos pensamientos de felicidad nos ocurren cosas increíblemente buenas. Por ejemplo:

lunes, 25 de abril de 2011

¿Puedes dibujar un rectángulo con tres líneas?



Estamos varios adultos y dos niños en la piscina de la casa de playa de una familia amiga y en medio de una conversación salta un acertijo: ¿Puedes dibujar un rectángulo con 3 líneas? Inmediatamente mi mente comenzó a retorcerse y buscar posibles soluciones sin encontrar ninguna. Hago trazos con mi dedo en la orilla húmeda de la piscina, entre gritos de los dos pequeños que dicen ¡yo se como! ¡yo sé! Y luego me asalta la absurda inseguridad de ¿cómo es posible que dos niños sepan resolver el acertijo y yo no? Hago un par de intentos torpes y al fin abandono la búsqueda. ¡Me parece imposible!

Mi anfitriona, adulta como yo, me da una pequeña pista: "un experto nos aseguró que un niño siempre encuentra la solución al acertijo... ¡haz la prueba!" A todo esto uno de los pequeños ya estaba haciendo trazos resolviendo el acertijo de lo más fácil. Y no pude más que sonreír...

miércoles, 20 de abril de 2011

Soñar como niños.

Tengo apenas 10 años y leo las tiras cómicas del periódico. Paso las páginas y llego a una sección especial en la que se habla de Quino, el creador de Mafalda. A mis 10 años me doy cuenta de que hay gente en el mundo cuyo trabajo es inventar personajes e historias y dibujarlas para el deleite de miles de personas alrededor del mundo. Y en este momento quiero ser un caricaturista.

Tomo lápiz y papel e invento personajes, hago chistes que nadie entiende, me toca explicarlos una y otra vez, me imagino a mí mismo dando una entrevista en el periódico sobre mis personajes, trabajo... y al final me aburro, porque a fin de cuentas todo es un juego.

Cuando somos niños, creemos que nos basta simplemente desear ser algo para conseguirlo. No lo dudamos. Tenemos miles de visiones de nosotros mismos siendo grandes. A mis 10 años me imagino siendo zoólogo, arquitecto, caricaturista, dibujante de Disney y hasta compositor de orquesta sinfónica. Nunca me pregunto cómo se hace para llegar a ser todo esto. Ignoro si en mi país existen escuelas que formen al respecto, el costo, las posibilidades de mis padres...

Estamos convencidos de que basta decidir qué queremos ser, para llegar a serlo. ¿Porqué esto tiene que cambiar?

En El Nuevo Testamento, como en otros libros religiosos y espirituales, se nos habla de ser como niños. Sin profundizar demasiado en eso, por simple sentido común podemos encontrar algunas acciones infantiles que pueden hacernos mejores en todo sentido:

martes, 19 de abril de 2011

¡La vida es un segundo!

¡Hola! En este momento estoy naciendo en un hospital estatal, en una provincia de un país del tercer mundo, que apenas es conocido por el mismo mundo. Es noviembre de 1979, el doctor me ha dado tres nalgadas y he empezado a llorar. Siento cómo mis pulmones se llenan de oxígeno por primera vez y experimento un molesto dolorcillo. ¡Pero estoy feliz! Al fin conoceré a mamá y a papá, de quienes sólo había escuchado su voz y algunos discos de música clásica de él y otros más de Joan Manuel Serrat que son de ella. ¡Me encanta Serrat! Ahora estoy ya en nuestra casa, en una populosa colonia de mi provincia natal. Mi mamá gana un salario mínimo del tercer mundo. Mi papá es un cantante muy bueno y se hace un sueldo similar al de mi mamá. Si sumaran lo que ambos ganan en un mes, no reunirían ni para comprar un iPod en un país desarrollado. Yo tengo unos días de nacido y no entiendo de eso. Mi mamá me alimenta con lo mejor de su ser y soy totalmente feliz...